Ella se mira todos los días en el espejo, y nunca se parece suficiente a si misma. Trata de subirle la autoestima a los demás, cuando la suya esta por los suelos. Y a pesar de todas sus dudas e inseguridades, ella actúa felíz y sonriente, incluso cuando lo único que pasa por su cabeza son palabras tristes y desoladas.

''-Y ahora te estoy mirando.-siguió él-, y tu me preguntas si todavía te quiero. Como si pudiera dejar de amarte. Como si fuese a renunciar a lo que me hace más fuerte que ninguna otra cosa. Jamás me atreví antes a ofrecer mucho de mi mismo a nadie... Había entregado pedacitos de mi a los Lightwood, a Isabelle y a Alec, pero hicieron falta años para hacerlo... Sin embargo, Clary, desde la primera vez que te vi, te he pertenecido completamente. Y todavía te pertenezco. Si tu me quieres.'' -Jace Lightwood

-Es muy doloroso ver sufrir a alguien a quien quieres y no poder hacer nada para ayudarlo. Cuando sucede una cosa así, todo lo que antes te parecía importante deja de tener sentido.-Suspiró.

''Pensé entonces que, si tanto lo amo y tanto me amó, debía insistir una vez, diez, cien, las veces que fueran necesarias; con los ojos abiertos, cerrados y llorosos; de pie, sentada o como fuera. Pero cuando no funcionó, tuve que dejarlo ir.''

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Ella se encerró en su habitación, cogió su móvil, puso su canción favorita y mientras cantaba, lágrimas caían por sus mejillas. Cogió su almohada y apoyo la cara en ella. Mientras gritaba pensó: Deja de llorar, lo superaremos como siempre lo hemos hecho.

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She laugh like god.

'Hoy quemé tu carta. La única carta que me escribiste. Y yo te he estado escribiendo (sin que tú lo sepas) día tras día. A veces con amor, a veces con desolación, a veces con rencor. Tu carta la conozco de memoria: catorce líneas, ochenta y ocho palabras, diecinueve comas, once puntos seguidos, diecisiete acentos ortográficos y ni una sola verdad'.